En nuestra región el Diseño es muchas veces considerado como una característica opcional, casi un producto suntuario. No es justo poner a todos en la misma bolsa: hay ejemplos que muestran cómo se deben hacer las cosas. Pero no es la norma. Quienes dirigen las empresas, los jefes, deben enterarse de que el diseño es un problema de negocios, que brinda un retorno significativo sobre la inversión. Somos nosotros, los diseñadores, los que tenemos que mostrarles que para sacar este potencial deben dominar algunos conceptos y liderar el proceso de diseño así como lidera las otras áreas de su organización. Un jefe no tiene que saber diseñar experiencias de usuario: para eso tiene a su equipo de diseño. Pero tiene que tener algunos conocimientos que le permitan dialogar, evaluar, y por sobre todas las cosas, tomar decisiones. Tiene la oportunidad y la responsabilidad de alinear el proceso de diseño con los objetivos empresariales. Tal vez sea duro decirlo, pero mientras confunda el diseño con el dibujo, la calidad con lo atractivo y lo usable con lo lindo, las ventajas competitivas del diseño de experiencias de usuario de calidad se mantendrán fuera de su radar. Por eso, si tenés que convencer a tu jefe, esta charla es para vos, y sobre todas las cosas para ella.